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martes, 17 de febrero de 2015

La metamorfosis del Espanyol

Una mejoría excelente


Un paso por el desierto vagabundeando ha servido para que el perico vuelva a soñar, el cual se aspira a ser el mejor año de la era Cornellà-El Prat.


El Espanyol empezó el año como en tierra de nadie cuando Sergio González cogió las riendas del equipo catalán. No se tenía un juego claro, no se tenía plena confianza en el técnico riberense, pero el tiempo le ha dado la razón y el crédito que necesitaba para seguir este ilusionante proyecto.

El perico vuelve a soñar tras estos dos meses de enero y febrero de clara mejoría, eliminando a dos grandes que este año luchan por ese cuarto puesto de Champions (quedando claro que Real Madrid, Barça y Atleti queden los 3 primeros) en la Copa del Rey, sacando un valioso empate en San Mamés (1-1) en la ida de las semis del torneo del K.O. con pie y medio en la ansiada final y dando colofón a las últimas victorias importantes, sobretodo la de este pasado fin de semana contra el Málaga (0-2).

Incluso el presidente Collet asegura que este es el año más ilusionante desde la final de Glasgow, aquella que perdió contra el Sevilla en los malditos penaltis. Poniendo por encima el primer año en Cornellà-El Prat donde se acabó la primera vuelta en puestos de Champions.

Las claves de esta metamorfosis son las siguientes:

- El grupo. En el vestuario se nota la unión, la competencia sana que hay en todas las posiciones (desde la porteria con Casilla y Pau, hasta la delantera entre Caicedo y Stuani). Además hay una gran fe y coraje, sobretodo los goles marcados en los partidos faltando 10 minutos para el final del partido.

- La confianza. El Espanyol en la primera vuelta estaba deambuleando por tierra de nadie y eso mermó la forma anímica del equipo ya que los resultados no llegaban pero esta inyección de moral llegó contra el Valencia en la Copa y luego contra el Sevilla se afirmó esa moral tan positiva para los pericos.


- La táctica. Sergio no encontraba el sistema ideal y no paraba de cambiar de sistemas tácticos que hacían dudar de su capacidad de reacción y de dirigir al equipo, pero encontró la clave en el 4-4-2 y gracias a eso, ha mejorado notablemente las estadísticas y los resultados llegan.

- El líder. Sergio García se supera. El de Bon Pastor cada día mejora el partido anterior y además ejerce ese liderazgo que tiene tanto dentro como fuera del verde y que ahora mismo está en un momento dulce. Y eso el Espanyol lo ha notado, gracias a sus goles y asistencias.

Por el momento, la cosa va bien en Sant Adrià (la cantera perica se hace notar) y en Cornellà y espero que se prolongue con la clasificación a la final de la Copa del Rey e ir peldaño a peldaño en la Liga, y quien no, soñar con Europa. Cornellà tiene ganas de vivir un partido europeo y, este año, más que nunca, el perico debe volar hacia el viejo continente y que se haga notar.

Saludos.

(@ivanmurillo_17)

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